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Una vez mas, esta semana fue fenomenal llena de experiencias espirituales y muchas risas.
Primero, recibí el llamamiento de Coordinadora de Música de la Rama. Es un trabajo en el que prácticamente no tengo que hacer mucho—por ejemplo, tengo que buscar voluntarios para que toquen el piano en la reunión sacramental, para que dirijan la música o presenten un numero musical, pero en lugar de yo buscar voluntarios, ellos me buscan a mi. Es el trabajo mas fácil del mundo. Al día siguiente empezamos a enseñar a investigadores en situaciones ficticias. Por el momento, Angela, Samuel e Ivette son nuestros investigadores. Les enseñamos a ellos por lo menos tres veces a la semana. Es increíble ver como el espíritu nos ayuda y guía durante las lecciones. Necesito compartir una experiencia del espíritu muy poderosa que tuvimos y no quiero olvidarla: Estamos acostumbradas al sentimiento de paz y entendimiento que el espíritu trae, pero cuando estábamos conversando con un grupo de elderes antes de una lección, nosotras (mis compañeras y yo) físicamente sentimos que el espíritu se alejó. Es uno de los peores sentimientos que he tenido y espero no volverme a sentir así nunca más. Este grupo de elderes fueron muy negativos y ninguno de ellos parecía estar aquí en el CEM por la razón correcta. Al instante que ellos se fueron, la hermana Freckleton, la hermana Stephens y yo cerramos la puerta del cuarto donde estábamos y nos arrodillamos a orar. Apenas la hermana Freckleton empezó la oración pidiendo a Dios que alejara los malos sentimientos que teníamos en ese momento y nos bendijera con su amor, inmediatamente sentí que se mi quitaba todo el peso que tenia encima. Sonreí con lágrimas en mis ojos durante toda su oración. Después de terminar la hermana Stephens comentó que ella sitió como si alguien más estuviera en el cuarto y lo sé porque yo también lo sentí. Pasamos de un momento incómodo espiritualmente a un momento muy especial. Quiero testificar de la veracidad del Espíritu Santo. Él es real y nos hace saber las cosas que Dios quiere que sepamos—así sea por medio de otras personas, pensamientos, o sentimientos de tranquilidad y paz. Él nos da a conocer el amor eterno e incondicional de Nuestro Padre Celestial. Los susurros del Espíritu Santo son lo mejor!
Como dije antes, también pasaron cosas muy divertidas esta semana, especialmente momentos vergonzosos con los errores del idioma. Por ejemplo, el Elder Sperry accidentalmente le dijo a un investigador: “Puede tener la pez y la felicidad” en lugar de “paz”. También la hermana Freckleton dijo: “Es mi cuerpo” en lugar de: “Es mi culpa”. O la hermana Stephens cuando confundió la palabra tierra con tarea y dijo: “Vinimos a esta tarea” en lugar de “Vinimos a esta tierra”.
En fin, hay muchas mas experiencias chistosa pero no tendrían mucho sentido escribiéndolas.
Quiero decirles que estoy muy agradecida por la oportunidad de estar aquí y saber que Dios está presente en mi vida. He sido muy bendecida con buenas compañeras y sé que no es coincidencia. Amo a todas las personas que he conocido. Cada una de ellas me ha enseñado mucho de lo que es la amistad, la sinceridad, el testimonio y la perseverancia. Una vez más, no quisiera estar en ningún otro lugar. Sé que Cristo vive y que gracias a Él, viviremos de nuevo y seremos felices si sólo lo seguimos.
Los amo a todos,
La hermana Wilson